Efesios 4:11-12 Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo.
Escrito Por: Dilvany Gámez de Moreno
A otros también, les fue dado el don de ser pastor, como los otros dones que sirven en la iglesia; el hermano portador de este don cuida de las vidas y necesidades espirituales de otras personas, enseñando y guiando hacia una madurez espiritual, reconociendo, que es en el evangelio donde radica el poder.
Como resultado, usted pensará en el pastor de su iglesia, una persona con títulos que esta ordenada dependiendo del contexto donde se encuentre; por ejemplo, un pastor podría ser alguien que aún no ha sido ordenado y que a su vez no tiene un título de un seminario, alguien, quien, en la mayor parte de su vida a guiado y cuidado espiritualmente de hermanos que se han permitido orientar y aconsejar. Un creyente con este don, ha sido responsable de la vida espiritual de otros cristianos con buenos resultados, así como también tiene la capacidad de detectar, cuando alguien necesita ayuda espiritual por su deseo de cuidar al hermano.
De manera semejante, he podido conocer la compasión de mi pastor al poder compartir mis tristezas con él, ver empatía en su rostro por las pruebas que he tenido que sobrellevar, y escuchar su consejo fiel a la palabra de Dios; la otra persona es mi esposo, él ha pasado su vida, cuidando de alguien espiritualmente, ha sido responsable de muchos, de niños, jóvenes y adultos por la gracia de Dios, dichas personas lo ven como un guía espiritual y hasta el día de hoy permanecen sus frutos para la gloria de Dios, por ello, debemos orar constantemente por nuestros pastores.