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Efesios 4:15 Sino que, siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo, en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo.

Escrito Por: Marianella Layana de Jácome.

La gracia es el poder del Espíritu Santo que nos hace parecer más a Jesús. Por lo tanto, crecer en la gracia significa aumentar en la semejanza de Cristo a través del poder inmerecido del Espíritu de Dios. 

¿Estamos confiando en ese poder para crecer en gracia?  ¿Estamos aprovechando los recursos que tenemos para seguir creciendo, orando, estudiando la palabra, congregándonos?

¿Seguimos siendo los mismos luego de escuchar el mensaje en el culto, seguimos iguales después de un estudio bíblico, nuestra fe sigue siendo la misma luego de una salida evangelística? 

Dios perdona nuestros pecados, es misericordiosos, es generoso para bendecirnos abundantemente ¿somos acaso más perdonadores, más misericordiosos, más generosos de lo que éramos años atrás?

¿Cómo respondemos a los ataques de alguien, como respondemos ante las heridas que otros nos hacen?  Incluso con aquellos que son considerados hermanos y nos calumnian, difunden mentiras sobre nosotros, que actúan con malicia y envidia.  ¿Somos pacientes, comprensivos, mansos o somos iracundos, resentidos, vengativos?

Somos un ejemplo para aquellos que no conocen de Cristo. ¿Así que estamos en paz con todos los que conocemos? Nosotros los cristianos somos la carta de presentación de Cristo.

Podemos ser salvos, pero si nos estancamos en el crecimiento espiritual si nos apartamos de la gracia podemos tener un retroceso y ser conducidos nuevamente a la esclavitud del pecado, de la amargura y resentimiento. Terminaríamos incluso peor que antes de conocer a Cristo.

Nuestro crecimiento se estanca cuando reaccionamos inmaduramente a las heridas o los ataques que otros nos hacen, o cuando no sabemos perdonar.

¿En qué dirección estamos yendo? ¿Hacia abajo o hacia los lados? Una querida hermana de la congregación nos explicó en una ocasión, que el crecimiento del cristiano no es horizontal, sino que es vertical.  Una planta no crece desde las hojas hacia la raíz, una planta no crece desde las flores hacia el tallo. El crecimiento es hacia arriba, como debe ser desde el cuerpo que somos nosotros hacia la cabeza que es Cristo Jesús.

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