Efesios 4:29 “Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes.”
Escrito Por: Jackson Villalobos Duarte
Las personas somos seres sociales, y como seres sociales mantenemos diálogo con nuestros semejantes, es decir, tenemos conversaciones con nuestros padres, hijos, hermanos o hermanas, amigos, con los hermanos de la iglesia, etc., estos temas de conversaciones pueden variar desde el contar una experiencia hasta hablar de un tema de carácter intelectual.
En Efesios 4:29, en la primera parte leemos: “Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca”; Dios en su palabra nos dice que tengamos cuidado de que ninguna palabra corrupta salga de nuestra boca, esto puede variar entre los insultos, chismes, palabras rencillosas, etc., en virtud de que este no es el vocabulario que debería de tener una persona íntegra y más aún si es un hijo de Dios, por eso hay que discernir nuestras palabras antes de emitirlas a nuestro prójimo, recordando que las palabras corruptas contaminan a las personas (Mateo 15:11).
En la segunda parte del mismo versículo leemos: “sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes.”, que nos aclara que las palabras que salgan nuestra boca sean para bendición y edificación, y no para destrucción, y esto con el fin de dar gracia a los oyentes, es decir, dar esa palabra de vida que consuela, reconforta y fortalece el alma y el espíritu, es la palabra de Dios que bendice nuestras vidas, por eso es importante que dialoguemos sabiamente pensando en lo que diremos (Santiago 3:9-10).
En la Biblia leemos que la lengua es el órgano más peligroso (Santiago 3:7-8), que no puede ser domada por el hombre, por eso es necesario que vistamos la armadura de Dios y oremos fervientemente para que Dios nos dé mejor capacidad de discernimiento acerca de nuestras palabras para que seamos personas integras, educadas, discretas y honestas al hablar; Satanás ataca el corazón, porque de un corazón corrupto salen los malos pensamientos y de los malos pensamientos salen las palabras corrompidas, como hijos de Dios, dentro de nuestro testimonio esta la manera en que nos expresarnos, y como nos expresamos es lo que está en nuestro corazón, por eso animo que tengamos cuidado con nuestras palabras y que tengamos un dialogo integro (Lucas 6:45).