Efesios 4:3 “solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz”.
Por: Walter Encalada Pazmiño
En nuestra vida secular, siempre nos enfocamos en lograr objetivos claros y perdurables, mediante una firme determinación logramos culminar nuestras metas, sin olvidar el respaldo de una identidad educativa, la misma que nos brindó su apoyo para la realización de nuestros retos.
La misma determinación y visión debemos plasmar en nuestra vida cristiana como hijos del Dios Todopoderoso, razón poderosa para involucrarnos en el trabajo espiritual de nuestra iglesia, en cada una de los ministerios, sin descuidar la evangelización a un mundo que se pierde en sus delitos y pecados, dando a conocer su Palabra a cada corazón necesitado, llevando esperanza a toda persona que necesita el amparo de Dios, sin olvidar la ayuda material útil y necesaria a cada persona que la necesite.
Nuestros objetivos y anhelos van mas allá de un estudio secular, es comprometernos con el legado de Jesús como dice Marcos 12:30-31: ” Y amaras al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu mente y con todas tus fuerzas, este es el principal mandamiento Y el segundo es amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos”. En ese sentido, todos los nacidos en Cristo debemos reflejar el amor que Dios pone a cada criatura, para que su pueblo sea de un mismo sentir en unidad cristiana.
A través de este devocional, quiero recordar las palabras de Pablo dirigido a los hermanos de Éfeso, ” Yo pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados, con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros” (Efesios 4:1-2).