Efesios 5:11-12 Y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas; porque vergonzoso es aun hablar de lo que ellos hacen en secreto.
Por: Dayse Villegas Zambrano
En estos últimos días se ha renovado una campaña de la agencia sanitaria, y han salido a la luz cosas que sucedían en las cocinas de algunos establecimientos de comida. Las cocinas, que deberían ser espacios luminosos, limpios y bien ventilados, aparecen en fotos y videos como sitios oscuros, sucios e infestados de plagas.
Seguramente nos hemos horrorizado y hemos hecho memoria de si alguna vez hemos estado en ese lugar. Si no se publica el nombre, la gente se indigna y exige saber dónde fue. Hay pocas cosas que ofendan tanto como la negligencia en la manipulación de los alimentos. La opinión general es que debe ser un proceso transparente y limpio, con la comida no se juega.
Si lo invitaran a trabajar en una cocina así, ¿aceptaría? Piense en esto. A menudo somos invitados a participar de espacios que bien podrían compararse con una cocina sucia. Oscuros y con olores de dudosa procedencia. Conversaciones. Videos. Malos manejos. ‘Atajos’ en el trabajo o en los trámites. Sobornos. Palancas (influencias deshonestas). Ambientes en los que sabemos que vamos a ver y oír algo que no deberíamos, pero vamos por agradar a alguien, por curiosidad insana, porque creemos que solo con mirar u oír no pasa nada o porque francamente sabemos que está mal pero creemos que todo quedará en secreto y se olvidará.
El apóstol Pablo nos cuenta que esto ya sucedía en su tiempo, y en las iglesias que él había plantado, y en las congregaciones a las que él había discipulado y tiene un consejo: no participes. No te beneficiará en nada. No te dará satisfacciones, no te ayudará a crecer, no te edificará como persona. Te dejará vacío y muy probablemente avergonzado de haber estado allí. Antes bien, objeta, protesta, denuncia, reprende. No seas un testigo silencioso. Donde hay tinieblas, seamos nosotros mismos una agencia sanitaria. Abramos las ventanas y que entre la luz.