Éxodo 19:6 “Y vosotros me seréis un reino de sacerdotes, y gente santa. Estas son las palabras que dirás a los hijos de Israel”.
Por: Nelly Jácome de Pérez
La palabra “sacerdote” se refiere a alguien que está cerca de Dios y tiene la tarea de acercar al resto del pueblo a Dios. En este sentido, Dios ha elegido al pueblo de Israel para ser un grupo especial de personas que están cerca de Él y tienen la tarea de acercar a otros a Él.
La importancia de este versículo no se limita a la historia del Éxodo. Tiene un significado más amplio para todos los creyentes. En el Nuevo Testamento, Pedro se refiere a este versículo cuando habla de la relación de los cristianos con Dios. En 1 Pedro 2:9 dice: “Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios”.
Gracias a la obra realizada por Cristo en la Cruz del Calvario ahora todos los creyentes tenemos acceso a la presencia de Dios sin intermediarios. Durante el Antiguo Testamento, solo los sacerdotes podían relacionarse con Dios, para luego comunicar al pueblo cuál era su voluntad. Pero ahora en este tiempo, todo creyente nacido de nuevo por la obra sobrenatural del Espíritu Santo, puede acercarse a Dios confiado como lo hace un hijo con su Padre. En este tiempo de la historia de la humanidad Dios cuenta con un pueblo sobre la faz de la tierra, que es un real sacerdocio, la iglesia que Jesucristo compró a precio de su propia sangre. Nosotros somos sus embajadores, y estamos llamados a proclamar el precioso evangelio de salvación a las personas que aún no le conocen.
No solo tenemos el privilegio de acceder y comunicarnos con Dios, en el nombre de Jesús, sino que tenemos la responsabilidad de ser un pueblo Santo “apartado”. Todo Hijo de Dios tiene un llamado a caminar por la calzada de santidad. Debemos mostrar el carácter de aquel que nos eligió y llamó, y nos dio ejemplo de santidad, Jesús el autor de nuestra fe, Amén.