Éxodo 33:14-15 “Y él dijo: Mi presencia irá contigo, y te daré descanso. 15 Y Moisés respondió: Si tu presencia no ha de ir conmigo, no nos saques de aquí”.
Por: David Agustín Pérez Vera
Amados hermanos y amigos, hoy tenemos el privilegio que nos da el Eterno por medio de Su Palabra, al encontrarnos probablemente ante una de las expresiones más célebres de todo el libro de Éxodo. Pero lo más extraordinario, es que esta promesa que fue dada a Moisés hace algunos miles de años atrás, es también una promesa para todos los que somos hijos del Dios Vivo y Verdadero.
Al igual que en el tiempo de Moisés, tu y yo en pleno siglo XXI también nos encontramos atravesando un aterrador y espantoso desierto. Al final del día, todos luchamos con dudas, enfermedades, problemas y muchos enemigos. El camino hasta llegar a la patria celestial, no es un camino de flores, por ese motivo el Eterno nos ha prometido acompañarnos en todo momento y bajo toda circunstancia y ofrecernos el respiro que tanto anhelan y necesitan nuestras almas. Cuando estamos en sufrimiento y agotados por las luchas del día a día, recordemos que siempre podemos y debemos acudir a Cristo Jesús para dejar todas nuestras cargas en Él, porque Él nos hará descansar.
Ante lo compartido y regresando nuevamente al relato histórico, vemos que es evidente que Moisés necesitaba la presencia del Todopoderoso junto a él. En otras palabras, Moisés sabía que no podía llevar a cabo su gran misión por sus propios medios y fuerzas. Moisés le estaba pidiendo al Eterno lo mismo que el apóstol Pablo le pidió en su carta a los Filipenses (3:10), “Conocer al Señor”.
Hoy podemos comprender, que en medio de los momentos más difíciles, cuando la vida se muestra pendiente abajo, cuando sentimos el aguijón de la soledad, el rechazo, el dolor de la enfermedad o cualquier situación complicada, no olvidemos meditar en esta promesa tan valiosa que la “Presencia de Dios estará con nosotros”. Por lo cual, amados hermanos y amigos debemos de creer, confiar y depositarnos plenamente con todo nuestro corazón, en las manos del Eterno creador de los cielos y de la tierra, el Dios Omnipotente que camina siempre a nuestro lado.
En tal sentido, es necesario cultivar una relación íntima con nuestro Padre Celestial, a fin de que Su Presencia siempre nos acompañe. Cuando Dios advierte nuestra necesidad de compañía, no tarda en manifestarnos por medio de Su Palabra, que sí necesitamos Su Compañía, Él estará con nosotros. Eso fue lo que Dios le dijo a Moisés: “Mi Presencia irá contigo”. Él Eterno no ha cambiado, y como estuvo con Moisés, estará también con nosotros todos los días de nuestras vidas, Shalom.