Filipenses 2:3 Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo.
Escrito Por:Dilvany Gámez de Moreno
Una vez que somos conscientes de nuestros dones y talentos, debemos tener un corazón humilde y sencillo para el resto del cuerpo de Cristo. De acuerdo, con lo que la Biblia nos enseña, nada de lo que usted y yo hagamos debe hacerse por egoísmo o por impresionar a los demás.
Por consiguiente, en este tema existen dos extremos, los que pudieran creer en sus corazones que son importantes por sus dones y talentos o quienes no aceptan lo que Dios les entregó. Pensemos en esto, ¿qué me motiva hacer la labor que hago en mi congregación? solo usted y Dios pueden examinar sus intenciones en el servicio que procura desarrollar en el pueblo de Dios.
Todos somos iguales en nuestras debilidades y nadie está excepto de caer, en efecto, no debemos apegarnos ni siquiera a los dones como si fueran más importantes que el amor hacia mis hermanos; el estimarnos unos a otros es más provechoso que una lista llena de actividades en la congregación, pero, si todos estamos unidos en el mismo sentir del Señor entonces dichas actividades se llevaran a cabo con el énfasis del amor de Dios.