Filipenses 3: 13 b) “…olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante”
Escrito por: Dayami González López
Uno de los medios que usa el enemigo de nuestras almas para alejarnos de lo que Dios está haciendo en nosotros es recordarnos el pasado.
Cuando estamos conectados con Dios, separándonos de las cosas que nos alejan de Él, debemos saber que siempre nuestro adversario estará intentando paralizar esa obra. El Apóstol Pablo, en Filipenses 3:13-14 nos dice: “olvidando lo que queda atrás, prosigo hacia la meta”.
No siempre lo que queda atrás nos va a parecer malo delante de nuestros ojos, muchas veces son pequeñas cosas a las que Dios nos ha llamado a renunciar para obtener cosas más grandes, de acuerdo a su perfecta voluntad.
Lugares que frecuentábamos donde no se practican cosas que honren a nuestro Dios, hobbies que en sí mismo aparentan no tener nada de malo, pero nos roban tiempo para dedicarle a Dios. Volver a reunirnos con amistades cuyas conversaciones no edifican y destruyen el proceso de santidad que Dios está generando en nuestras vidas.
Cuando Dios nos ha sacado de un sitio, debemos recordar que ya no pertenecemos más ahí, que Él tiene nuevas metas que se adaptan al cambio que está formando en nuestras vidas. Oremos para que Dios nos dé fuerzas para no desmayar y no regresar a los lugares donde ya no habrá crecimiento para nuestras vidas espirituales.