Hebreos 4:15 “Fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado”.

Por:  Dayse Villegas Zambrano

Jesús sabe que se nos dificulta ser fieles. No solo lo sabe porque es Dios y mira en nuestros corazones. No solo lo sabe porque nos ha visto caer tantas veces, mientras corría a socorrernos. Lo sabe porque es también hombre (cuán conmovedor es recordar esto) y puede compadecerse de nuestras debilidades. 

Él nos ve luchar contra nuestras pasiones y deseos. Y también ve cuando no ponemos empeño en la lucha. Y a unos y a otros nos ofrece lo mismo: Acérquense confiadamente al trono de la gracia, para que alcancen misericordia y hallen gracia para el oportuno socorro (Hebreos 4:16). 

Muchos pueden pensar que ser fiel a Dios es difícil, porque equivale a nunca equivocarse. Pero los cristianos que luchan por ser fieles saben que no es así. Ser fiel equivale a estar corriendo todos los días y a cada momento ante el trono de la gracia. Ser fiel es admitir que necesitamos de la misericordia de Dios y de su gracia. Ser fiel es pedir socorro porque sabemos que no podemos solos. 

¡Ser fiel es nunca estar solo! La única forma en que podemos ser realmente fieles es vivir en la presencia de Dios, a sus pies, ante su trono, admitiendo nuestra debilidad. Le animo a que lo haga hoy. No tema al fracaso. Usted tiene un Dios que sí sabe compadecerse.