Hechos 10:42 ‘Y nos mandó que predicásemos al pueblo y testificásemos que él es el que Dios ha puesto por Juez de vivos y muertos”.
Escrito Por: Welinton Flores Flores
El texto bíblico de hoy, es una indicación clara de la responsabilidad que tenemos, como seguidores de Jesucristo, de compartir el precioso evangelio con aquellas personas, que no han podido experimentar un encuentro con Él.
El apóstol Pedro recibió este mandamiento directamente de Jesús después de su resurrección. Predicar y testificar el mensaje de salvación. La palabra “predicar” se refiere a la acción de proclamar el evangelio de Jesucristo y “testificar” significa dar testimonio de algo que has experimentado personalmente. En este caso se refiere a nuestro testimonio personal, de cómo hemos conocido a Jesucristo y el cambio en nuestra vida, como una nueva criatura.
Sabemos que Jesús murió por nuestros pecados, resucitó y nos ha dado la oportunidad de recibir la vida eterna. Nuestra tarea es transmitir este mensaje a otros y permitirles la oportunidad de experimentar la gracia y redención que solo se encuentra a través de Jesucristo.
A menudo, esto implica tomar riesgos y enfrentarse al rechazo o la oposición, pero la recompensa vale la pena, ya que somos instrumentos de Dios para cambiar la vida de otros y ayudarlos a experimentar su amor.
Este encargo no tiene tiempo límite, significa que debemos continuar predicando y testificando todos los días, no solo en momentos especiales. Solo así, cumpliremos con la comisión que nos impartió Jesús. Es importante recordar que, aunque es fácil sentirse inhibido o temeroso, Dios nos ha dado el poder y la autoridad para compartir su mensaje, solo ¡Debemos estar dispuestos a utilizarlo!.
Señor Jesús, mi vida la quiero dedicar a tu servicio, a fin de cumplir con la gran comisión, obra en mí carácter y dame humildad, fortaleza y fidelidad para mantenerme firme en tus caminos, en tu nombre lo pido, Amén.