Hechos 1:8 “Pero recibirán poder cuando el Espíritu Santo descienda sobre ustedes; y serán mis testigos, y le hablarán a la gente acerca de mí en todas partes: en Jerusalén, por toda Judea, en Samaria y hasta los lugares más lejanos de la tierra”. NTV
Por: Pst. David Agustín Pérez Vera
Hoy en día cuando se habla de poder, las personas traen a su imaginación la ciencia ficción e incluso muchos lo han llevado a las iglesias y, algunos piensan que pueden presentar una espectacularización de ello, por medio de shows en vivo, lamentablemente degradando y ridiculizando el culto al Señor que como pueblo de Él debemos tributar en orden, reverencia y santidad.
El poder del que la Palabra de Dios nos habla en este día, es la capacidad que recibimos por medio del Espíritu Santo una vez que hemos creído y recibido al Señor Jesús como nuestro Salvador y Señor de nuestras vidas. En tal sentido y en este mismo contexto, cuando Jesús dijo “Ustedes serán mis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta lo último de la tierra”, tendemos a pensar que esto significa que nosotros tenemos que salir y hablar a cada uno sobre Jesús. “Ustedes serán mis testigos” en otras palabras, su vida, tanto como sus palabras, testifican al mundo sobre Jesús: Qué, lo que hago y como vivo importa mucho, o más que mis palabras, ese es el poder que necesitamos cada día para honrar y alabar al Eterno y Soberano Dios.
Amados hermanos y amigos, es muy penoso saber, que una de las razones por las que muchas personas se apartan del cristianismo, es porque no quieren parecerse a Cristo. Ellos no ven ningún beneficio en ser cristiano. Ellos no ven ninguna diferencia entre cristianos y los demás. El Señor Jesús cuando indica que me serán testigos, usa la palabra griega (martúrion) que traduce: Testimonio con la propia vida, testificar con el testimonio de vida.
Existen varios verbos en griego que significan testificar, uno tiene sentido de testificar con la boca, otro testificar en un juicio, pero este tiene una connotación más fuerte, más profunda, porque se refiere a dar un testimonio radical que conlleva en ofrendar la vida a causa de este testimonio, asumiendo el riesgo hasta de soportar un martirio por fidelidad. Asimismo, tenemos la otra palabra que debemos tener claro, y es la palabra griega (dúnamis) que se traduce como poder, es decir, capacidad que divinamente recibimos de manera sobrenatural para ser esos testigos con integridad, pulcritud, entereza, pureza y santidad. Eso es lo que promete Jesús cuando estamos dispuestos a ser sus testigos. ¿Y tú ya eres testigo de Jesús? Shalom.