Hechos 1:8 “Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra”.
Por: Xavier Yánez Cando
Nuestro Señor Jesucristo justo antes de ascender al cielo, les da a sus discípulos una última instrucción. Él les promete el poder del Espíritu Santo, que los capacitará para ser sus testigos en todo el mundo
Este versículo nos revela que el testimonio cristiano no se basa en nuestras propias fuerzas, sino en el poder del Espíritu Santo, él nos capacita para compartir el evangelio con valentía y eficacia a toda persona, reconocemos que no podemos testificar eficazmente por nuestra cuenta, necesitamos el poder del Espíritu Santo para abrir puertas, tocar corazones y transformar vidas.
El testimonio de Jesús debe ser una prioridad en nuestras vidas. Debemos buscar oportunidades para compartir el evangelio con aquellos que nos rodean, Jesús nos promete que el Espíritu Santo vendrá sobre nosotros y nos dará poder. Podemos confiar en esta promesa y depender de su poder para testificar.
Que el Espíritu Santo nos ayude a depender de su poder para testificar a nuestro alrededor y hasta lo último de la tierra. Que el Espíritu Santo nos guíe y nos capacite para ir y hacer discípulos por amor a nuestro prójimo.