Hechos 2: 41 Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados, y se añadieron aquel día como tres mil personas.
Escrito Por: Marianella Layana de Jácome
En el ámbito espiritual no hay limitación en cuestión al crecimiento, la palabra de Dios, nos anima tanto a los nuevos como a los viejos creyentes a crecer en gracia y en conocimiento de nuestro Señor Jesucristo.
Una de las primeras acciones que debemos hacer para ese crecimiento es activarnos en algún ministerio dentro de nuestra congregación.
¿Por qué es importante congregarse? Porque al tener esa comunión entre hermanos y recibiendo aprendizaje colectivo somos fortalecidos, somos menos vulnerables a caer.
La voluntad de Dios es que los cristianos se reúnan como un cuerpo con un mismo espíritu en una Iglesia local.
La vida de Iglesia es necesaria primero porque como lo dije antes, el poder compartir e interactuar con otros creyentes nos ayuda a crecer, nos provee de esa estabilidad y fortaleza espiritual “No dejemos de congregarnos, como acostumbran a hacerlo algunos, sino animémonos unos a otros, y con mayor razón ahora que vemos que aquel día se acerca” hebreos 10: 25.
En segundo lugar no hay nada más bello que poder adorar y albar a Dios de manera grupal, la enseñanza continua y regular de la palabra de Dios nos ayuda a crecer y a vivir correctamente.
En tercer lugar, la iglesia local es el lugar ideal para poder servir a nuestro Señor Jesucristo y al prójimo y tendremos la oportunidad de ministrar con la palabra de Dios a otros y nuestras vidas podrán dar un fiel testimonio del amor de Cristo en cada uno de nosotros.
Una iglesia que crece en gracia y sabiduría es una Iglesia que se congrega y busca la comunión con los demás hermanos.