Hechos 2:42
Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones.
Escrito Por: Marianella Layana de Jácome
La iglesia que crece debe reflejar madurez, ¿Qué tiene que pasar en una iglesia para que un cuerpo de creyentes crezca, o madure espiritualmente?
¿Acaso debemos atravesar como Iglesia una dura prueba como la que estamos viviendo aún a causa de una pandemia, o por alguna situación mucho peor?
Como Iglesia de Cristo, debemos mantenernos adheridos al conocimiento de su palabra como hacían los apóstoles. Si una Iglesia no se dedica al aprendizaje de la Palabra de Dios no puede haber crecimiento espiritual ni numérico.
Segundo es necesario tener armonía entre hermanos, los apóstoles tenían una comunión fraterna, tomaban la cena del Señor juntos no como nosotros, sino que lo hacían tipo banquete como una verdadera celebración, alababan juntos al Señor con cánticos espirituales, oraban juntos, compartían sus bienes entre ellos conforme a las necesidades. Todo lo hacían en memoria del Señor recordando y honrando sus enseñanzas “Que así os améis los unos a los otros como yo es he amado”. Juan 13:34.
Como tercer aspecto, si cumplimos con todo lo antes mencionado estaremos dando un buen testimonio al mundo que no conoce de Cristo.
Los cristianos de aquel tiempo eran muy activos, el pasado de ellos que habían dejado atrás, su nueva forma de vida, el amor que profesaban entre ellos, indudablemente impactó en la comunidad y miles de no creyentes fueron atraídos y entregaron su vida a Cristo.
Nosotros estamos llamados a afectar o a alterar el mundo, y no que el mundo nos afecte o nos perturbe a nosotros. Pidamos a Dios de todo corazón que nos perdone si hemos fallado en vivir como verdaderos Hijos de Dios. Mientras hay vida hay esperanza, y oportunidad de cambiar y mejorar las cosas para testificar al mundo de su Amor.