Hechos 4:12 “Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos”.
Por: Ps. David Pérez Vera
Hoy existe en muchas partes del mundo, una creencia ancestral respecto a los nombres, por eso, en nuestro contexto vemos que los padres ponen a sus hijos nombres muy peculiares, que van desde personajes de la historia, deportistas, cantantes, actores, políticos, etc., según el país y su cultura.
En el tiempo de Jesús, también ocurría algo similar, un nombre muy común era Jesús o, Josué, que en realidad quiere decir según el idioma hebreo Jehová Salva. Pero, sin embargo, y sin importar cuantos puedan llevar ese nombre, sólo hay un Hombre cuyo Nombre es sobre todo nombre y es Jesús de Nazaret o Jesucristo, y este nombre sólo recae sobre el HIJO de DIOS, nuestro Salvador y Señor, que murió en una cruz, fue sepultado y resucitó al tercer día, triunfando sobre la muerte, y hoy está a la diestra del Dios Padre intercediendo por sus hijos.
En el nombre de Jesús, está sustentada esta gran verdad “Y en ningún otro hay salvación”; porque no hay otro nombre debajo del cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos. ¡Aleluya, Gloria a Dios! Con qué sublimidad se escribieron estas palabras, que siguen impactando y rayando las paredes de la historia a través de los siglos, porque en términos tan universales y enfáticos se exalta a nuestro Señor Jesús como la única esperanza que la humanidad tiene para obtener salvación y vida eterna, Shalom.