Estamos Ubicados en:
Ximena 421 y Padre Solano,
info@pibguayaquil.com
Fono: +593 98 901 0216
Berajot
berajot@pibguayaquil.com
Fono: +593 98 901 0216

Isaías 54:1-3 “Regocíjate, oh estéril, la que no daba a luz. Ensancha el sitio de tu tienda, y las cortinas de tus habitaciones sean extendidas; no seas escasa; alarga tus cuerdas, y refuerza tus estacas. Porque te extenderás a la mano derecha y a la mano izquierda; y tu descendencia heredará naciones, y habitará las ciudades desoladas”.

Escrito Por: Nelly Jácome de Pérez

Dios sale al encuentro de una nación destruida, abatida y asolada por el enemigo, una nación que estaba seca, árida, sin posibilidades de salir adelante, no había nada bueno en ella, Dios la comparó a una mujer que fue desamparada porque no pudo darle hijos a su esposo. Más el amor de Dios era tan grande, que aunque su pueblo nunca supo valorar su amor, Dios decide en un acto de misericordia acercarse otra vez a su pueblo diciéndole: “Regocíjate”. 

Hoy el Señor quiere anunciarnos un mensaje de gozo y regocijo, porque vivimos tiempos donde a las personas se les hace difícil creer que Dios hará cosas imposibles por ellos, tiempos donde las enfermedades, los vicios, las injusticias están a la orden del día, tiempos donde muchos piensan que está todo perdido. Satanás a secado la vida de muchos, el mundo ha arruinado a muchos otros, pero Dios sale al encuentro con palabras de júbilo y de nuevas oportunidades. 

Porque cuando Dios habla hay oportunidad, cuando Dios dice regocíjate es porque hay esperanza. Si Dios nos pide que nos ensanchemos, es porque es su deseo de así lo hagamos. “Dios nunca nos mostrará algo que no podamos realizar”. El Señor quiere que demos a conocer el Evangelio a muchas personas, a fin de que éste cubra la tierra. Isaías profetizó que en los últimos días la iglesia crecería rápidamente y que mucha gente de todo el mundo se convertiría a la verdad (Isaías 54:3). 

Reforcemos aquellas cosas que le dan seguridad a nuestra vida: La oración, el estudio de la Palabra, la comunión con Dios. Como hijos de Dios nos vamos a extender hacia aquella meta que el Señor nos puso por delante. Este pasaje está lleno de acción: “Ensancha”, “extiende”, “alarga”, “refuerza” “Extenderás”. Dios siempre producirá esperanza en el corazón de aquellos que se acercan a él, pero también hará, por su Espíritu Santo, que su iglesia se ponga en acción. Fuimos creados para ser la extensión de Dios aquí en la tierra, y para expandir el Reino de Dios en toda la tierra. Te extenderás es el llamado que Dios hace hoy a nuestras vidas, Amén.

Usamos cookies para una mejor experiencia de usuario.