Joel 2:27 “Y conoceréis que en medio de Israel estoy yo, y que yo soy Jehová vuestro Dios, y no hay otro; y mi pueblo nunca jamás será avergonzado”.
Por: David Agustín Pérez Vera
Hoy es menester, conocer acerca de una de las más hermosas declaraciones, que Dios le ha dado a Su pueblo. Comencemos conociendo la connotación de lo que es una declaración. Según el diccionario de la RAE viene del latín “declaratio”, declaración es la acción y efecto de declarar o declararse (manifestar, decir, hacer público). La declaración, por lo tanto, es una explicación de lo que otras personas ignoran o dudan.
Hoy muchos de nosotros tal vez hemos desconocido la riqueza y profundidad de esta declaración, que encierra una gran verdad. Por lo tanto, podemos ver en este día, cuál será el estado de las cosas cuando el Eterno está en medio de Su pueblo. En aquel tiempo habrá un cumplimiento, de todas las bendiciones físicas que Dios ha prometido a Su pueblo. En un contexto históricamente bíblico, las bendiciones que encontramos en el Antiguo Testamento eran mayormente bendiciones físicas. El Eterno había prometido bendecir a Su pueblo con cosechas abundantes y su ganado se desarrollaría y multiplicaría.
Hoy no hay diferencia con aquellas promesas, por cuanto Él no es hombre para mentir, ni hijo de hombre para arrepentirse, Él lo prometió, Él lo hará. Por eso hoy te animo a que nos pongamos delante del Eterno por medio de Cristo Jesús y pidamos con un corazón contrito y humillado esas bendiciones espirituales y físicas que Él nos ha prometido como Iglesia, por cuanto las riquezas en gloria están en Cristo Jesús. No esperes más y experimenta la dicha de vivir una vida de fe y obediencia a Dios, sabiendo que el Eterno está en medio de nosotros y que no hay otro como Él, Shalom.