Josué 1:8 “Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito, porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien”.
Por: Nelly Jácome de Pérez
En los primeros siglos del cristianismo se desarrolló un movimiento de ascéticos. Estos individuos se volvieron ermitaños, viviendo en cuevas y otros lugares aislados para separarse de las impurezas del mundo y mejorar su propia santidad. Uno de los más famosos fue Simeón estilita, que vivió treinta y siete años encima de una columna de piedra de más de diez metros de altura, muriendo en el 459 d.C.
Proceder de esta manera sería espiritualmente seguro, aunque totalmente impráctico, retirarnos a una cueva o treparnos encima de una columna para vivir. Hay mucho en la vida que nos distrae mientras peregrinamos por este mundo, pero ninguna protección física puede guardar los pensamientos e intenciones del corazón. Necesitamos una manera de mantener nuestras prioridades, valores y decisiones enfocados sólo en la voluntad de Dios para nuestra vida.
La Biblia se refiere a tales decisiones como obediencia, es decir, el resultado de la fe comprometida del creyente. Cuando Josué se dirigía a la tierra espiritualmente peligrosa de Canaán, Dios le advirtió que obedeciera toda la palabra de Dios, manteniéndose enfocado; sin desviarse ni a derecha ni a izquierda. Era importante que lo haga, para que su presencia divina sea una realidad en su vida y estar fortalecido ante todo lo que tendría que vivir y experimentar como un caudillo que fue llamado para guiar a su pueblo. Cuánto debes enfrentar hoy?. Qué estás haciendo con tu vida espiritual
Amado Padre Celestial, oro a ti para que podamos vivir en obediencia, manteniendo nuestros ojos enfocados en Cristo Jesús nuestro Rey y Señor, ejemplo de un estilo de sometimiento a tu santa voluntad, Amén.