Estamos Ubicados en:
Ximena 421 y Padre Solano,
info@pibguayaquil.com
Fono: +593 98 901 0216
Berajot
berajot@pibguayaquil.com
Fono: +593 98 901 0216

Juan 1:14 “Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad”.

Por: Ps. David Pérez Vera

Hace muchos años, es decir aproximadamente 2000 años atrás, cuando Jesús nació, Dios se hizo hombre. ¡Que maravilloso, aleluya! No era mitad hombre ni mitad Dios, fue 100%  Dios y  100%  hombre. 

Realmente un enorme privilegio, para todos aquellos que tuvieron la oportunidad de caminar junto a Él. Algo que es muy importante saber, es que antes de que Jesucristo viniera corporalmente a este mundo, la gente pudo conocer a Dios en parte, su voz, su presencia en la alabanza del pueblo, en el Lugar Santísimo del Tabernáculo, su voz como trueno en las faltas del Monte de Sión, en visiones, etc. Luego tomando Jesucristo forma de hombre, en su venida al mundo, pudieron conocer a Dios de forma visible y tangible, ¡Gloria a Dios!. 

Cristo es la expresión perfecta de Dios en forma humana. Pero tenemos que reflexionar en estos tiempos y en todo tiempo, sobre el propósito en nuestras vidas, de que Jesús haya venido físicamente a este mundo. Jesús vino a ser el Maestro perfecto, cuya enseñanza tiene que ser real en nuestras vidas. Jesús vino a ser el ejemplo perfecto, al mostrarnos como debemos de vivir. Jesús vino a ser el sacrificio perfecto, al ocupar nuestro lugar en la cruz del calvario, su muerte satisfizo las demandas de Dios Padre para la cancelación de nuestro pecado.

¡Maravillosa reflexión, para compartir en esta navidad! ¡El mejor regalo que podemos recibir en esta vida, es a Jesucristo en nuestras vidas, quien nos da vida eterna! ¡Siente su Gloria, siente su Presencia!, Shalom.

Usamos cookies para una mejor experiencia de usuario.