Juan 14:16 “Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre”.
Por: Ps. David Agustín Pérez Vera
Tenemos la bendición de recibir de lo Alto una hermosa promesa de bendición y crecimiento de nuestra fe, por cuanto Su Espíritu estará con nosotros para siempre. En el marco histórico, vemos al Señor Jesús que había reunido a los apóstoles y les había prometido esta verdad, para que la pudieran comunicar al mundo entero, en el poder del Espíritu Santo cuando fuera enviado por el Padre Eterno, con una connotación no solo para ellos, sino los cristianos de hoy.
Es una realidad para los cristianos que vivimos en estos tiempos difíciles y complicados, ser consolados y guiados por el Espíritu Santo. ¡¡¡Gloria a Dios!!! el Consolador vino para fortalecernos. Jesús se iba, pero no nos deja solos enviaría al Espíritu Santo que nos ayude, guíe y consuele en todo. El no creyente tiene que creer primero y recibir a Jesucristo como su Señor y Salvador, luego el Espíritu Santo morará en él. El apóstol Pablo dice a la iglesia del primer siglo Romanos 8:14 “Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, estos son hijos de Dios.”.
La palabra griega usada es Parakletos traduce Consolador, intercesor y auxiliador; este sustantivo es una palabra compuesta, la primera raíz es la preposición, que significa: de parte de, para dar la connotación que alguien fue enviado, la segunda raíz es el verbo (kaléo), que significa llamar, invitar, auxiliar, consolar y construir. Es decir, el Parakletos es “Alguien” que consuela profundamente, y mientras hace este proceso beneficioso de consolación, infunde paz; por eso los Padres de la Iglesia concibieron al Espíritu Santo con el título de Parakletos, porque Él construye, santifica, edifica y regenera el interior de todo hijo de Dios.
Hoy podemos decir con un corazón agradecido a nuestro Señor Jesucristo, gracias porque Tu promesa es una realidad permanente en nuestras vidas y, por eso hoy como hijos de Dios testificamos de esa verdad a un mundo que necesita consuelo y esperanza, Shalom.