Juan 14:21 “El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ese es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él”.
Por: Pst. David Agustín Pérez Vera
El amor a Dios es el principal mandamiento en toda las Sagradas Escrituras, desde el Antiguo Testamento en Deuteronomio 6:5 “Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas”, mandamiento que Jesús cita como el más importante. Nuestro Señor Jesús estaba con sus discípulos en la última cena hizo y les enseñó muchas cosas importantes que Juan el discípulo amado registra desde el capítulo 12 al 17, es decir, 6 capítulos que este evangelio dedica para el último momento de Jesús antes de ser arrestado y entregado para la crucifixión.
Amados hermanos y amigos, así como el Señor Jesús enseñó a aquellos discípulos hoy también nos lo enseña a cada uno de nosotros como sus discípulos, por lo que, una de las cosas más importantes de su enseñanza, fue el amor al Padre. Muchas veces las personas obedecen a Dios porque “se me manda hacer esto o aquello” o también porque “se me prohíbe hacer esto o aquello”. Sin embargo, lo ideal es hacerlo por convicción personal. Salmo 119:11 “En mi corazón atesoro tus dichos para no pecar contra ti”. Jesús mostró en todo momento el amor al Padre al cumplir sus mandamientos, llamaba a Dios Padre con un término vocativo, del arameo Abba, vocablo muy familiar que significa “papacito querido”. El término nunca se usó con referencia a Dios, era como volverlo muy cotidiano, vulgar, inmanente, lo contrario de un Dios trascendente, los judíos no se atrevían a llamar a Dios Abba, esto implicaría demasiada intimidad y ellos la evitaban, Jesús lo uso y lo enseñó a vivir con un Dios de día a día amándolo y amar su palabra, lo contrario es como si le dijera a mi esposa “yo te amo, pero no quiero escucharte, no me interesa lo que piensas” eso no tiene ni tendría sentido. En el Salmo 119:97 “¡Oh, cuánto amo yo tu ley! Todo el día es ella mi meditación”.
Hoy es un buen día para dar gracias al Dios Trino, por una nueva oportunidad que nos da, para expresar nuestro amor por todas tus maravillas, sabiendo que Él dijo a sus discípulos que si le aman y guardan sus mandamientos pidamos todo lo que necesitemos y se nos dará, claro está en el marco de Su Soberana Voluntad, por esto y más, hoy pidamos por nuestras familias, por nuestro país, por la paz de Israel y por la paz del mundo entero, Shalom.