Juan 14:6 “Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por mí”.
Escrito Por: Nelly Jácome de Pérez
El texto de hoy constituye uno de los pilares fundamentales de la doctrina cristiana, quedando al descubierto todas las falsas doctrinas, sectas mentirosas y religiones paganas, a la vez que caen todos los argumentos y filosofías vanas, porque queda evidenciado que solo Jesucristo Salva y que separados de Él nada podemos hacer (Juan 15:5).
Cuando el Señor Jesús dice “Yo Soy el Camino”, no está diciendo que él es una persona que muestra el camino, o que es uno de los caminos, como piensan algunos “que todos los caminos conducen a Dios, por tanto que todas las religiones les llevan a Dios. Jesucristo dijo que uno solo es el Camino, y es Él.
El Señor Jesús es el único puente entre Dios y el Hombre (1 Ti 2:5), por lo tanto, es el único camino que lleva a Dios. Si usted está siguiendo a Jesucristo, está en el camino correcto. Pero si está siguiendo cualquier religión o secta inventada por hombres, que no sea el de Jesucristo, la biblia dice “hay camino que al hombre le parece derecho, pero su fin es camino de muerte” (Pr 14:12).
El Señor Jesús al decir que Él era la “Verdad”, estaba diciendo que Él era la única “Verdad absoluta”. Filosofías de hombres defendidas como verdad, a través de los siglos, quedaron al descubierto que solo eran mentira. Al contrario, de lo que expresan las Sagradas Escrituras, la Biblia, todo lo que ha pasado, lo que está pasando y lo que va a suceder, se va cumpliendo al pie de la letra (Ezequiel 12:28). Dios, por medio de sus profetas dijo, que Cristo iba a nacer y nació, que iba a morir y murió, que resucitaría y resucitó, por último dijo que vendría nuevamente y va a venir, prepárate con tu lámpara encendida, Maranatha ¡Cristo Viene pronto!. Que seguridad que tenemos los hijos de Dios, al saber que Jesucristo es la Verdad y en Él están escondidos todos los misterios de Dios (Col 1:26-27, 2:3; 1 Co 2:7-8). La Biblia dice en 1 Corintios 2:11: “Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios. Y nadie puede Recibir el Espíritu de Dios, si primero no conoce a Cristo”, Amén.