Juan 15:7 “Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho”.
Por: Nelly Jácome de Pérez
Cuando el cristiano guarda los mandamientos de su Padre Celestial, está permaneciendo en su amor. Jesús guardó los mandamientos de su Padre, y por ello permanece eternamente en su amor. La connotación del término “permanecer” sugiere una permanencia ininterrumpida, constante y eterna.
Los creyentes deben permanecer en Jesús. La permanencia en el amor de Jesús significa que el creyente tenga una comunión contantemente con Él, así como Cristo la tuvo con su Padre. El maestro quiere en el ser humano una relación tan sólida como la de Dios Padre- Dios Hijo, (así como la relación de la vid y los pámpanos).
La persona en plena comunión con Cristo gozará de fruto perdurable. Cosas permanentes en esta vida no las hay, a pesar de lo que publican los anuncios comerciales. Pero el fruto de un creyente en comunión con el Señor durará para siempre.
Si permanecemos en Cristo, vamos a tener una vida rica en oración que suplirá una rica comunión con Él. Cuando caminamos como Cristo, siempre vamos a permanecer cerca de Cristo. La cercanía de Cristo siempre nos invita a venir y entrar en comunión perfecta con él. Lo que hace a un hombre “santo” es la perpetua permanencia del Espíritu Santo dentro de él. Recordemos que llegamos a ser como aquellos con quienes nos asociamos.
Permanecer en la dependencia continua en Cristo es para mantenerse en la posición de los niños como confiar y depender de Él. Jesús dijo que Él no podía hacer nada por su propia cuenta, por lo que no podemos hacer nada por nuestra cuenta. Todo es sobre permanecer, significa que debemos permanecer unidos a Él como el Hijo permanece unido con el Padre.El amor más grande, en la vida del creyente, cuyos límites son eternos se encuentra a los pies de Cristo y es la voluntad de Jesús que el cristiano permanezca en ese amor, no por un tiempo pasajero, Jesús quiere una permanencia eterna en su divino amor. Este debe ser el blanco de cada seguidor de Cristo, andar con el maestro procurando que la permanencia en su amor sea eterna. Señor Jesús deseo una permanencia en tu amor fiel, real que apasiona todo mi ser. Quita de mí todo aquello que impida permanecer en ti, porque nada será igual sino te tengo a ti, eres la razón de mí existir, Amén.