Juan 1:9 “Aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre, venía a este mundo”.

Por: Ps. David Pérez Vera

En diciembre en la mayor parte del mundo, bajo las diferentes sociedades donde es permitido, existe la tradición o costumbre de alumbrar casas, calles, centros comerciales, etc., si tomamos en cuenta esta referencia, coincidimos que toda esta iluminación es artificial y momentánea, y peor aún, alumbra todo menos la vida de las personas. 

Existe una luz de alto voltaje y extrema calidad, una luz que no se compara a cualquier luminaria, me refiero a la única luz verdadera que es Cristo Jesús, la luz que trae vida a la humanidad. Es menester tener presente, que Cristo es para las almas de los hombres lo que el sol para el mundo. Es la médula y la fuente de toda luz espiritual, de la vida, de la actividad, del desarrollo,  de la belleza, de la abundancia. La Palabra de Dios dice que Jesús al venir al mundo, trajo a la humanidad la luz real, su venida fue como un destello de luz, como la venida de la aurora, pero al manifestarse a los hombres esa luz es capaz de aniquilar todo el pecado del hombre y volver a restaurar la comunión con el Dios Santo, Santo, Santo. Cuando Jesús vino a este mundo la luz real iluminó todo lo que antes había estado sumido en tinieblas. Cómo está su vida hoy ¿En oscuridad? ¿En luz artificial (religión)? o está ¿En la verdadera luz? No pierda más tiempo en la oscuridad de este mundo. Venga a Cristo, para que su vida sea iluminada por la eternidad. En esta época, Dios nos recuerda una vez más, su Hijo Jesucristo es el único que pueda dar luz a su vida, Shalom.