Lucas 17:21 “ni dirán: Helo aquí, o helo allí; porque he aquí el reino de Dios está entre vosotros”. 

Por: David Agustín Pérez Vera

El reino de Dios está entre vosotros, dijo Jesús y esas palabras siguen tan latentes hoy como en aquel tiempo. Cuando Jesús vivió en esta tierra, la buena noticia del Reino de Dios, el anuncio del Evangelio, era una noticia acerca de una futura situación en la tierra, cuando los pobres ya no fueran pobres, los hambrientos se viesen saciados y los oprimidos se alzarán libres. 

Hoy puede sentirse y verse realmente, esta misma noticia como un cambio de estatus espiritual, es decir, cuando pasamos de muerte a vida, de tinieblas a luz, de esclavitud a libertad, de tal manera que podemos ver cumplido el Reino de Dios en nosotros. El Reino de Dios es la realidad espiritual y la dinámica asequible a cada persona que recibe a Cristo Jesús como Salvador y Señor, el mismo, constituye un aspecto fundamental del mensaje del Nuevo Testamento. 

Visto de esta manera, para nosotros como pueblo de Dios, es haberlo recibido a Él, el Rey de reyes y Señor de señores, por cuanto también recibimos su gobierno real, no solamente en nuestra vida y sobre nuestros asuntos, sino a través de ella y por medio del servicio de amor que le dedicamos. Es menester recalcar que, esto nunca podrá ser posible si actuamos independientemente de Dios, o sea, de su Poder y su Gracia. La posibilidad de recuperar lo perdido con la caída, la gracia llega únicamente a través del perdón de los pecados y de la redención plena en Cristo por medio de la cruz. 

Por tanto, podemos decir confiadamente que nuestra relación con Dios, ha sido restaurada por medio de Cristo Jesús, el único camino para que todo esto sea posible. Perseveremos en anunciar esta maravillosa noticia, a un mundo que está perdido en su mayor oscuridad, Shalom.