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Marcos 16:15 “Y les dijo: id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura”.

Escrito Por: Welinton Flores Flores 

Es evidente que el Señor enfatizó en repetidas ocasiones, que el evangelio debía ser predicado hasta el último rincón de este mundo. Sin embargo, llegó el momento en que la iglesia primitiva se quedó atascada en Jerusalén y sólo fue por causa de la persecución que el evangelio llegó a proclamarse fuera de los límites de Judá.

Sabemos por experiencia, que es fácil perder de vista el enfoque misionero. Con facilidad, podemos llegar a estar tan ocupados dentro de mil y una actividades en casa, trabajo y la iglesia, que olvidamos nuestra responsabilidad de hacer discípulos, de busca las almas que no tienen fe y esperanza en Jesucristo. Pero una iglesia que se limita a mirar hacia adentro, ha perdido su razón de ser en este mundo perdido y ha desobedecido el mandamiento de Dios. Es muy probable que la mayoría de nosotros no podamos ir al otro extremo del mundo a predicar, pero siempre tendremos oportunidades a nuestro alrededor que debemos aprovechar.

En relación con el alcance de la misión, puede ser interesante considerar la diferencia que había entre el Antiguo y el Nuevo Testamento en relación con la misión que le fue encomendada al pueblo de Dios bajo cada pacto. Pero no hay indicios de que Dios hubiera tenido la intención de que los israelitas viajaran a otras naciones y llamarle al arrepentimiento y a la fe en la Simiente prometida a Abraham. En realidad, se esperaba que en el antiguo pacto las naciones fueran hasta Jerusalén y allí visitaran el templo de Dios.

Pero en el Nuevo Testamento hay un cambio radical en cuanto a la misión de la Iglesia en el mundo. A los cristianos se nos manda expresamente que vayamos a las naciones a predicarles el evangelio. No nos permitamos perder de vista esta misión que Jesús nos ha dejado, es una labor que se hace indispensable para que una iglesia crezca y se multiplique. 

Padre Celestial, te pedimos que nos guíes a hacer tu voluntad de la manera correcta, queremos que muchas personas te conozcan y procedan al arrepentimiento.  Que tu mandato de que hagamos discípulos, a fin de que tu reino se expanda, nos motive a salir y compartir tu gracia y el precioso evangelio, que trae salvación y vida eterna a través de nuestro amado Salvador Jesucristo, Amén.

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