Marcos 8:35 “Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí y del evangelio, la salvará”.
Por: Welinton Flores Flores
Este versículo plantea una importante reflexión sobre la vida y la salvación, y el papel que Jesús y el Evangelio juegan en ella. Jesús habla sobre la importancia de no aferrarnos a nuestras propias vidas, sino de renunciar a ellas para seguirle. Él nos llama a perder nuestra vida “por causa de Él y del Evangelio”, lo que significa vivir una vida centrada en Cristo y en su mensaje. Y en ese proceso, encontraremos la “salvación”.
Al perder nuestras vidas por amor a Jesús y al Evangelio, nos abrimos a una vida más plena y significativa. Esta pérdida puede referirse a formas de servicio en la Iglesia, en la comunidad y en nuestras familias. Esto puede requerir sacrificios y compromisos, pero el resultado final es una vida más enfocada, significativa y conectada con Cristo.
Por lo general, nos aferramos a las cosas que se sienten importantes en nuestras vidas, desde nuestros trabajos hasta nuestras relaciones y posesiones. Pero ese apego puede obstaculizar nuestra capacidad para seguir a Cristo y servir a los demás en su nombre. Este versículo nos desafía a mirar nuestras vidas, a renunciar a nuestras propias necesidades y deseos para seguir a Cristo.
Amado Dios te rogamos que nos permitas cada día aprender mas de tí, con el fin de cumplir tu propósito en mi, que nos ayudes a renunciar a nuestras propias necesidades y asi poder seguir tu propósito y ganar mi vida contigo, por que si estoy sin ti no tengo nada, en el nombre de Jesús, amén.