Marcos 9:1 “Les digo la verdad, algunos de los que están aquí ahora no morirán antes de ver el reino de Dios llegar con gran poder”.
Escrito Por: Dayse Villegas Zambrano
Jesús dijo la verdad. El gran poder del reino de Dios llegó en vida de los primeros discípulos, con Pentecostés (Hechos 2:4-1). Entonces se produjo un cambio: los discípulos temerosos y escondidos se convirtieron en la Iglesia que hizo preocupar a los religiosos y a los emperadores. Salieron, predicaron, sanaron enfermos, expulsaron demonios, resucitaron muertos y murieron por la causa de Cristo.
Ese Santo Espíritu es el mismo hoy. ¿Y nosotros? ¿Qué clase de discípulos somos? No podemos retroceder veintiún siglos y escondernos de nuevo: somos una ciudad asentada sobre un monte que es Cristo: no se la puede esconder (Mateo 5:14). Donde usted esté, levante su cabeza y mire a su alrededor, a los campos blancos, listos para la cosecha.
Debemos visibilizarnos y predicar con nuestras vidas del gran poder del reino de Dios. El mundo nos necesita. Hoy abundan las ciencias, las medicinas, las vacunas, los hospitales psiquiátricos, la información… y la maldad. El mundo sigue su curso hacia la condenación. Necesitan oír de nosotros el mensaje del amor y del poder de Dios.