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Mateo 15:28 Entonces respondiendo Jesús, dijo: Oh mujer, grande es tu fe; hágase contigo como quieres. Y su hija fue sanada desde aquella hora.

Por: Dayse Villegas Zambrano

Los discípulos de Jesús eran muy cuidadosos de la buena fama y el decoro del Maestro, y nosotros también lo somos. Nos gusta que haya respeto, reverencia, armonía y que todo fluya y no haya contratiempos en la presencia del Señor. ¿Pero qué opina él?

En este pasaje (La fe de la mujer cananea), la solemnidad de Jesús y su comitiva fue rota por una mujer que corría detrás de ellos gritando por misericordia. Era una mujer de la región de Siria Fenicia. Quién sabe cómo había oído hablar de Jesús, y sin guardar las formas, se fue tras él. Su desesperación era grande. Su hija era atormentada por un demonio. 

Jesús no le responde. Les cede la acción a los discípulos. Pero ellos no se acercaron a ella, sino a él. No quieren tenerla cerca, pero no se atreven a decírselo. Sus propias tradiciones (sí las tenían) deben haberles dificultado hablar con una mujer extranjera e indecorosa. Como en el relato de la alimentación de los cinco mil, dejan toda responsabilidad en manos de Jesús. “Despídela, pues da voces tras nosotros”. 

Jesús no les contesta a ellos. Habla con ella, y le dice que no. Pero ella insiste, se postra, pide socorro. Él le dice que no está bien, él tiene otras prioridades. Y le da una respuesta que debe haber sido una referencia que la mujer pudo entender, tal vez por los tiempos, por la cultura o por circunstancias de su propia vida. En vez de ofenderse, se humilla más, y no solo eso, sino que sabe perfectamente lo que debe contestar para conseguir lo que quiere. Lo da todo. Jesús alaba su fe. Ella ha ganado. “Hágase contigo como quieres”. 

La mujer aprueba, pero me temo que los discípulos no. Jesús no los reprende. Ya habrá otra ocasión. Son sus alumnos. Les tiene paciencia. La compasión, la sensibilidad espiritual, son cualidades que aprendemos pasando tiempo con el Maestro. Nos equivocaremos muchas veces. Dejaremos pasar oportunidades, más enfocados en la formalidad que en la compasión. Que este sea el año en que venzamos todo obstáculo y nos dejemos conmover por la fe.

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