Mateo 25:15 “A uno le dio cinco mil monedas de oro, a otro dos mil y a otro solo mil, a cada uno según su capacidad. Luego se fue de viaje”.
Escrito Por: Dayse Villegas Zambrano
¿Qué habrán pensado los siervos cuando recibieron cantidades diferentes para administrar? Los pensamientos de todos fueron diferentes. Según la parábola, los que recibieron las mayores sumas sintieron el peso de la responsabilidad y fueron y negociaron y ganaron. El que sintió que no podía hacer nada con lo que tenía, lo guardó, y perdió.
Muchos cristianos no tenemos en cuenta que Dios nos ha repartido una herencia única e irrepetible. Ha dado dones a cada cual según él quiso (1 Corintios 12:11). No hay injusticia en esto. Hay sabiduría —Dios sabe lo que es mejor para usted—, hay gracia —usted no merece esa herencia, pero la tiene— y hay poder —Dios espera que usted use esa herencia, no que la menosprecie y le eche tierra—.
Jesús explicó que los dones espirituales no están para enorgullecernos, sino para usarlos. El principal motivo de nuestra alegría debe ser que nuestros nombres estén escritos en el libro de la vida (Lucas 10:20). También nos enseñó que quienes corren más peligro de perder su recompensa son los que sienten que han recibido de Dios muy poco, como si la salvación no valiera más que todos los dones terrenales y celestiales. ¿Cómo está usted usando el poder?.