Mateo 25:21,23 “Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor”.
Por: Marianela Layana de Jácome
Como mamá me ha tocado experimentar que mis hijos me pidan más alimentos o golosinas de las que ya tienen servidas. ¡Termina primero lo que tienes en el plato para poder darte un poco más!, esas han sido mis palabras, porque sé que si les doy más de lo que tienen no aprovecharan lo que se les dio previamente y lo que se les da de más lo terminan desperdiciando.
Muchos de nosotros deseamos más y más, y nos acercamos a Dios pidiéndole incluso en oración ¿pero realmente hemos aprendido a ser fiel con lo poco o mucho que ya tenemos? Anhelamos tal vez más dones, talentos, habilidades. posesiones, dinero, trabajo, pero lamentablemente no hemos llegado a ser diligentes y fieles con lo que ya Dios ha puesto en nuestras manos.
Debemos aprender a ver el valor de las cosas pequeñas, muchas veces éstas hacen la diferencia en todos los ámbitos de nuestra vida, el simple hecho de ser amables, ayudar a alguien en necesidad, tener una buena actitud con todos, son cosas que tienen un valor importante, aunque representen algo tan sencillo o pequeño.
Si nosotros valoramos lo poco, imagínese usted ¿Cuánto más valorará nuestro Dios las cosas pequeñas que hacemos?. Dios tiene cosas aún mayores para nuestras vidas y ministerios, pero la clave para obtenerlo es siendo fiel con lo que Dios ya nos ha dado. La promesa es poderosa, pero es condicional, si en lo poco somos fieles, en lo mucho nos pondrá y nos dará su gozo.
Aprendamos a ser fieles en lo poco. Quizás sea insignificante delante de los ojos de los demás, pero recordemos que Dios está mirando y las pequeñas cosas que muestran nuestra fidelidad hacia Él, para nuestro Padre tienen un gran significado. La recompensa llegará a su tiempo de parte de nuestro Señor. Recordemos que Dios honra a los que le honran, y su bendición llegará a nuestra vida si perseveramos en fidelidad.