Mateo 6:33  “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”.

Por: Ericka Herrera de Avendaño

En la vida cristiana, el crecimiento en la fe es esencial para cumplir el propósito que Dios tiene para nosotros: alcanzar y expandir su reino. Mateo 6:33 nos instruye a buscar primeramente el reino de Dios y su justicia. Este versículo nos recuerda que la prioridad de nuestras vidas debe ser la búsqueda del reino de Dios, y que al hacer esto, Dios suplirá nuestras necesidades y nos bendecirá con abundancia.

Buscar el reino de Dios implica vivir de acuerdo con sus principios y valores. Jesús enseñó que el reino de Dios es una realidad presente y futura, donde la voluntad de Dios se cumple en nuestras vidas. Al buscar este reino, nos alineamos con el propósito divino y nos convertimos en instrumentos de su justicia y amor. En Lucas 17:21, Jesús nos dice que el reino de Dios está dentro de nosotros, lo cual significa que nuestra transformación personal es crucial para expandir ese reino.

El crecimiento en la fe es un proceso continuo que nos transforma más a la imagen de Cristo. En 2 Pedro 3:18, se nos anima a “crecer en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.” A medida que crecemos en nuestra relación con Cristo, nuestro entendimiento de Su reino y nuestra capacidad para vivir según Sus principios también se profundizan. Este crecimiento no solo fortalece nuestra fe personal, sino que también nos equipa para ser testigos efectivos de Su amor y justicia en el mundo.

Una iglesia que crece en la fe y busca el reino de Dios se convierte en una luz en medio de la oscuridad. En Filipenses 2:15, se nos dice que debemos ser “luminares en el mundo, manteniendo la palabra de vida.” Al vivir según los valores del reino de Dios, impactamos positivamente a nuestra comunidad y mostramos el poder transformador del evangelio.

Buscar el reino de Dios y su justicia debe ser la prioridad en nuestra vida y en la vida de nuestra iglesia. Al hacerlo, experimentamos un crecimiento espiritual que nos capacita para alcanzar a otros con el mensaje del evangelio y vivir una vida que refleja el amor y la justicia de Dios. Amada iglesia que cada uno de nosotros busque fervientemente el reino de Dios, confiando en que Él proveerá todo lo que necesitamos para cumplir Su voluntad en nuestras vidas.