En Ezequiel 22:29-31 dice textualmente: “El pueblo de la tierra usaba de opresión y cometía robo, al afligido y menesteroso hacía violencia, y al extranjero oprimía sin derecho. Y busqué entre ellos hombre que hiciese vallado y que se pusiese en la brecha delante de mí, a favor de la tierra, para que yo no la destruyese; y no lo hallé. Por tanto, derramé sobre ellos mi ira; con el ardor de mi ira los consumí; hice volver el camino de ellos sobre su propia cabeza, dice Jehová el Señor”. Estemos prestas a ser vallado y a ponernos en la brecha delante de nuestro Adonai, a favor del mundo, de Israel, de nuestro país, de nuestra ciudad, de nuestro hogar, de nuestra familia, de nuestros esposos, de nuestros hijos, de nuestra congregación donde asistimos, de nuestro pastor y su familia, de nuestros siervos que están al frente de cada área de servicio en PIBG, de nuestros parientes y amigos que no conocen de Jesucristo. Aceptemos este desafío, poniendo nuestra mirada en el autor y consumador de nuestra fe, deponiendo intereses personales, actuando en unidad y amor para con nuestros semejantes, para que seamos una iglesia limpia, pura, sin arruga y sin mancha. Efesios 5:27: “A fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha”; Hebreos 12:14: “Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor”, porque solo una iglesia bajo esa condición el novio viene a llevar a las bodas del Cordero. Aleluya, Maranatha, Cristo Viene Pronto.

Nelly Jacome de Pérez.