Proverbios 11:30  “El fruto del justo es árbol de vida; y el que gana almas es sabio”.

Por: Ericka Herrera de Avendaño

Alcanzar almas para Cristo es la mayor misión que tenemos como creyentes. No se trata solo de un llamado para pastores o misioneros, sino para cada seguidor de Jesús. Proverbios 11:30 nos dice que ganar almas es una muestra de sabiduría. Esto significa que evangelizar no es solo una responsabilidad, sino una decisión sabia, que trae bendición a nuestras vidas.

Jesús vino a buscar y salvar lo que se había perdido (Lucas 19:10), y nos dejó la tarea de continuar su obra. Muchas personas a nuestro alrededor viven sin esperanza, sin conocer el amor y la gracia de Dios. Nosotros, que hemos recibido la salvación, tenemos el deber de compartir el mensaje del evangelio con ellas.

Para alcanzar almas, es fundamental que nuestra vida refleje a Cristo. No podemos predicar de amor si no amamos, ni hablar de gracia si no mostramos misericordia. Un testimonio coherente abre corazones a la verdad del evangelio. El evangelismo también debe ir acompañado de oración. Solo el Espíritu Santo puede traer convicción de pecado y guiar a las personas a la salvación. Por eso, es importante orar por aquellos a quienes les hablamos de Cristo, pidiendo que Dios toque sus vidas.

Finalmente, debemos recordar que la salvación no es obra nuestra, sino de Dios. Nuestro papel es sembrar la semilla y confiar en que Él dará el crecimiento (1 Corintios 3:6). No siempre veremos resultados inmediatos, pero nuestra labor nunca es en vano. Señor, dame pasión por las almas perdidas. Ayúdame a compartir tu mensaje con valentía y amor. Que mi vida refleje tu verdad y que cada palabra que diga sea guiada por tu Espíritu. Usa mi vida para traer muchos a tu reino. Amén.