Proverbios 18:21 “La muerte y la vida están en poder de la lengua, Y el que la ama comerá de sus frutos”.
Por: Nelly Jácome de Pérez
Si todas nuestras palabras son amables, los ecos que escucharemos también lo serán. ¡La manera en que nos comportamos con los demás demuestra cuánto creemos en Dios!. Las palabras son un asunto serio. Como creyentes, debemos considerar seriamente cómo usarlas. Necesitamos que las palabras empiecen a actuar a nuestro favor, así como Dios lo hace. La Biblia dice que el Señor usa palabras para llamar a las cosas que no son como si fueran (Romanos 4:17).
Hay personas que hablan las palabras, pero no tienen la fe para respaldarlas, y como resultado fracasan en su vida espiritual. No llamaron las cosas que no son como si fueran, sino que las llamaron de la manera que deseaban que fueran. Debemos vivir en su voluntad para que sus Palabras cobren significado en nuestras vidas.
El conocimiento del Santo me instruye a que debo tener fe, en Aquel que es Todopoderoso para hacer las cosas que creemos son imposibles en nuestra mente finita. Mi fe en Dios pone en acción mis circunstancias, mis problemas, mis metas, etc. para enfocarme en el único que lo hará posible, el poder cumplirlo.
Empieza hoy a poner tanto tu boca como tu corazón en armonía con la Palabra. Deja de hablar según lo que ves y comienza a declarar y a creer las promesas de Dios. Haz que el poder de las palabras actúe a tu favor.
Señor Jesús, dame la sabiduría de elegir en cada circunstancia, las palabras necesarias para transmitir el bien, a todos aquellos que me rodean. Permíteme también actuar de forma que el poder que guarda todo aquello que sale de mi boca, sea de bien en mi vida y en la vida de los que me acompañan. Amén.