Romanos 12:5
Somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros.
Escrito Por: Dayse Villegas Zambrano
Si usted desea crecer, use sus dones. No se trata de que el más dotado o el más experimentado en el servicio tiene una categoría especial o alcanza mayor puntaje. Es que al ejercer los dones nos daremos cuenta de varias cosas.
De lo arduo del trabajo, pues tratamos con personas como nosotros, con días buenos y días difíciles, con opiniones distintas, con ánimos que pueden varias.
De la enorme responsabilidad, pues tratamos con los asuntos del cielo, y con los hijos de Dios, y tenemos que hacerlo con excelencia.
Y de que si no es por el poder y la bondad de Dios, ni usted ni yo podríamos hacer ninguna de esas cosas, porque somos tan humanos como los demás.
Y en este ejercicio desarrollamos lo que hace posible el uso de los dones, esto es, el fruto del Espíritu: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza. Sin fe es imposible agradar a Dios, pero a veces, teniendo varias de esas virtudes, no logramos contentar a las personas. Pero aprendemos algo valioso, a no esperar algo a cambio para hacer lo bueno. Lo hacemos porque somos un cuerpo, y nos tenemos amor. Así que no espere a crecer de la noche a la mañana. Use sus dones.