Romanos 12:9 El amor sea sin fingimiento. Aborreced lo malo, seguid lo bueno.
Por: Welinton Flores Flores
Todos sabemos que debemos amarnos los unos a los otros, pero la instrucción de Pablo es que nuestro amor debe ser genuino o sincero. En otras palabras, los cristianos no están llamados a fingir una actitud de amor por los demás, sino a encontrar formas de expresar el amor de Dios de manera significativa, como una extensión del amor que Dios siente por nosotros y el que nosotros sentimos por Él.
Pablo usa una palabra fuerte que a menudo se traduce como “odiar” o “aborrecer”. Este es el término griego apostygountes, que significa “disgusto o repulsión hacia algo”. Proverbios 6:16–19 describe siete cosas que Dios odia.
Ninguna de estas cosas son personas; sino que todas ellas son pecados. Los cristianos también están llamados a aprender a odiar lo que es malo, es decir, el pecado. Esto es especialmente cierto, en el caso del pecado que daña a las
personas inocentes. Esta es una de las formas en que debemos ser transformados para pensar como Dios. Odiar el mal, y los pecados, no es un talento que tengamos de manera natural, esto se forma con el día a día caminado con Dios haciendo su voluntad.
Finalmente, Pablo nos insta a que nos aferremos a lo que es bueno. Debemos aprender a ver el mundo a través de la perspectiva de Dios, a invertir profundamente nuestro tiempo y energía en asegurar y conservar lo que es verdaderamente “bueno”, amén.