Romanos 13:8
No debáis a nadie nada, sino el amaros unos a otros; porque el que ama al prójimo, ha cumplido la ley.
Escrito Por: Dayse Villegas Zambrano
El amor trae crecimiento, cuando no estamos en deuda con el prójimo. No me refiero esta vez a las deudas materiales, sino a la deuda de amor. Sí, al prójimo, incluso si se declara nuestro enemigo, le debemos amor. No lo digo yo, lo dice el Señor Jesús: “Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos” (Mateo 5:44-45).
Ser buenos cristianos y buenos ciudadanos requiere amor. No hacerle mal al vecino es amarlo. Pero Jesús reformuló este mandamiento en positivo: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No solo descartó hacer daño, sino que nos puso en el camino de la acción, servir y bendecir a los demás con nuestras acciones. Él transformó el “no hagas a otros lo que no quieres que te hagan” a “haz con los demás como te gustaría que hagan contigo”.
Pensar en cómo bendecir al otro aleja de nosotros los deseos de maldecir, envidiar, difamar, robar o matar. A veces, en broma o por exasperación, se dice: “Dan ganas de matarlo” o “Haz esto y te mato”. Tengamos cuidado con esas expresiones. Mateo 5:21-22: “Oísteis que fue dicho a los antiguos: No matarás; y cualquiera que matare será culpable de juicio. Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio”.
A veces tenemos grandes discusiones para saber si ciertas cosas son permitidas o no, son pecado o no (¿puedo burlarme del que se me burla? ¿puedo rebasar al que me rebasa?) cuando la respuesta (la ley) está en el amor. ¿Amamos al prójimo? Dejemos de buscar una excusa o vacío legal, no le hagamos daño. ¿Amamos al prójimo? Dejemos de buscar una excusa o vacío legal, hagámosle el bien.