Romanos 15:13: “Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo.”
Escrito Por: Jackson Villalobos Duarte
La esperanza es consecuencia de la fe; como cristianos nuestra esperanza y fe genuina están en Dios, tenemos la esperanza que Él contestara nuestras oraciones, que el proveerá cualquier necesidad que tenemos, que el cuidara de nuestra familia y pondremos nuestra confianza y esperanza en Él en muchas cosas, porque sabemos que Él sabe de nuestras necesidades (Mateo 6:30-32).
El versículo 13 de Romanos 15 dice: “Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo.”, nuestro Dios es un Dios de esperanza, Él nos da esperanza y al nosotros obtenerla, trae consigo gozo y paz, la cual nos dará la certeza, que proviene de una fe genuina en Dios. Él cumplirá su bendita voluntad en nuestras vidas; que, aunque no veamos ahora eso que tanto deseamos, sigamos fervientes y fieles creyendo que algún día Dios lo manifestará, porque sus pensamientos no son nuestros pensamientos (Jeremías 29:11).
La esperanza del cristiano, no solo se basa en la esperanza de lo material, sino en la esperanza de lo espiritual. La esperanza en que el evangelio salva, en que Cristo otorga la salvación (1 Pedro 1:3), así también, esperanza en que Él algún día regresará a la tierra por sus hijos y que nos llevará al cielo; esta es la esperanza espiritual que es mucho más que lo terrenal, es la que nos anima día a día a seguir creyendo y actuando íntegramente, es por su amor que nos ha dado la esperanza (Romanos 5:5).
La esperanza, cuando no se tiene una fe genuina, decae, es débil, por eso es importante que mantengamos nuestra fe en aquel que mantiene sus promesas (Hebreos 10:23); Satanás y sus demonios trataran de hacernos caer, causaran tribulaciones, pero es en las tribulaciones donde nuestra esperanza es puesta a prueba, así como Pablo, siervo de Dios, padeció tribulaciones y persecuciones perseveró en la esperanza de Dios, así también como hijos de Dios debemos de permanecer perseverantes, porque esto produce paciencia, luego produce prueba, y la prueba esperanza (Romanos 5:3-4), así que pongamos genuina e íntegramente nuestra esperanza en Dios, que Él nos escuchará y no nos desamparará, amén (Miqueas 7:7).