Estamos Ubicados en:
Ximena 421 y Padre Solano,
info@pibguayaquil.com
Fono: +593 98 901 0216
Berajot
berajot@pibguayaquil.com
Fono: +593 98 901 0216

Romanos 6:14 “Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia”.

Por:  Dayse Villegas Zambrano

Estamos listos para otra de las promesas de la gracia: estando bajo su cobertura, el pecado no nos dominará. Es un principio que Caín oyó de Dios pero no pudo implementar. En Génesis 4:7, Dios le explica al hombre que está a punto de abrir la puerta al homicidio que no está condenado a hacerlo, que todavía está en sus posibilidades hacer el bien. 

Y también hacer el mal. Porque el pecado que nos tienta solo puede entrar si le abrimos la puerta. Solo puede seguir visitándonos mientras sigamos dándole entrada. Tenemos total responsabilidad por el pecado que cometemos. Porque decidimos hacerlo, decidimos convertirnos en sus esclavos. 

La gracia, al cubrirnos, no deja que otro señor nos domine. La gracia viene por el señorío de Jesús. Sacarlo de ese lugar es imposible. ¿Quién podrá forzarlo a salir de nuestras vidas?. La ley nos cubría como un vigilante, para castigarnos. La gracia nos cubre como un abogado, para defendernos. 

A Caín le cayó el peso de la ley, y recibió el castigo por el pecado. Pero si usted piensa que el pobre hombre no tuvo oportunidad, mire que antes de que la desgracia ocurriera, Dios estaba allí, hablando de forma racional y no impositiva con un hombre mal encarado, como quien habla con un amigo que va por mal camino y trata de ayudarlo a ver que sí hay salida. Le estaba ofreciendo el amparo de la gracia. 

Ese amparo sigue en pie para nosotros. Sí tenemos opción. Podemos vencer el pecado que nos asedia. Perseveremos en la gracia. 

Usamos cookies para una mejor experiencia de usuario.