Romanos 8: 18: “Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse”.
Escrito por: Dayami González López
Miguel, uno de los niños del “programa de enanismo hipofisario” del hospital, cerró los ojos fuertes tras recibir la inyección de hormona del crecimiento, pero no lloró, la enfermera conmovida le preguntó si no le había dolido, Miguel respondió: Sí me dolió, pero después de la última inyección he crecido 2 cm.
Muchas veces atravesamos situaciones dolorosas en nuestras vidas, situaciones que Dios está permitiendo, porque nos conoce y tiene como propósito que crezcamos al acercarnos más a Él en medio de esas circunstancias para buscar su dirección y depender más de Él, sabiendo que sólo en su presencia y con su guía saldremos victoriosos, pero muchas veces solo nos quejamos.
Si cuando el dolor llega a nuestras vidas empezamos a ver no el porqué, sino el para qué y dejamos de juzgar a Dios y en vez de eso nos acercamos más a Él, con seguridad, Dios nos va a fortalecer y nos ayudará a salir de la prueba más fuerte.
No dejemos que las adversidades nos frenen, trabajemos en crecer aún a través de ellas. Sabiendo que nuestro buen Dios estará con nosotros en cada circunstancia de nuestras vidas.