Salmos 103:17-18 “Pero la misericordia de YHWH es desde la eternidad hasta la eternidad sobre los que lo temen, Y su justicia sobre los hijos de los hijos, sobre los que observan su pacto Y se acuerdan de sus preceptos para cumplirlos”.
Por: Daniel Mora Jiménez.
Vivimos en un mundo compuesto por familias, siendo éstas consideradas la base fundamental de toda sociedad, tal como lo señala nuestra Carta Magna, la cual eleva a un interés público el cuidado del desarrollo y cumplimiento de los fines de esta institución denominada “familia”, por ende, si para el hombre es de gran importancia el cuidado y preservación de la familia, cuantó más no lo será para nuestro Dios, su palabra nos muestra que si nosotros siendo malos sabemos dar buenas dádivas a nuestros hijos, cuantó más nuestro Padre Celestial, no dará buenas dádivas a los suyos.
En todo el recorrido de la palabra de Dios podemos encontrar varios mandatos respecto a la familia y varias de estas ordenanzas giran en torno al traspaso de las enseñanzas de nuestro Dios; el libro de Deuteronomio 6 nos muestra las ordenanzas que Dios demanda a los padres, al instruir a sus hijos en cuanto a la ley y la gran bendición que se produce en las generaciones que obedecen su Palabra.
Hoy tenemos un llamado de atención de parte de Dios a observar cómo estamos conduciendo a nuestra familia, ¿estámos instruyendo a nuestros hijos en la Palabra de Dios? ¿estámos siendo de buen testimonio ante sus ojos? ¿Ven en nosotros padres entregados a Dios?, si las respuestas son afirmativas, pues le animo a seguir adelante, sabiendo que nuestro Señor Dios traerá bendición para su familia, pero si las respuestas son negativas, aún está a tiempo para cambiar su conducta con la ayuda de Dios. Vemos en el texto bíblico de hoy, que la bendición que produce nuestra obediencia, no solo beneficia a nuestras vidas, sino también a nuestros hijos; no hay mayor herencia que podamos entregar a nuestras generaciones que un testimonio de obediencia a Dios, pues en su mano todopoderosa nuestra familia es preservada en abundante gracia y paz.