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Salmos 112:2: “Poderosa en la tierra será su descendencia; la generación de los rectos será bendita.”

Escrito Por: Jackson Villalobos Duarte

Una de las grandes bendiciones y responsabilidades que Dios nos ha otorgado en esta vida son nuestros hijos, quienes desde muy pequeños observan nuestro caminar e imitan lo que hacemos, son como esponjas que lo absorben todo, por lo cual es nuestra obligación instruirlos en el camino de la verdad como nos ordena la Palabra de Dios. Leemos en Proverbios 20:7 que una persona justa, es decir una persona que camina en integridad en todo lo que hace, es de bendición para sus hijos, ya que son de guía y modelo para sus vidas, cuanta bendición es para todo creyente tener a alguien que lo instruya, lo forme, le enseñe a vivir conforme la voluntad de Dios, no solo con palabras si no también con el testimonio, tener a alguien a quien acudir para un consejo bíblico, palabra de aliento y exhortación. 

Los hijos que observan el caminar de sus padres en integridad, serán siempre marcados por aquellos principios bíblicos que sus padres han sembrado en sus corazones, con la ayuda del maravilloso Espíritu Santo, llegando a tener presente el temor a Dios en sus vidas. Es por esto por lo que debemos cuidar siempre nuestros pensamientos, acciones y palabras, enseñándoles fervientemente las Sagradas Escrituras.  

Puede que usted no sea  padre o madre, pero puede haber alguien menor a usted en su familia, iglesia o círculo de amistad, en donde puede ser  luz y sal, debemos ser ejemplo en todo tiempo, para que ellos puedan ver que en un mundo tan perverso donde los valores se pierden día a día, aún hay un remanente de íntegros, de justos que siguen de pie por la gracia y misericordia de Dios, como dice la palabra en Mateo 15:16 “Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.” Oremos que el Señor nos permia ser hombres y mujeres íntegros, que podamos impactar la vida de los más pequeños, empezando desde nuestra Jerusalén, para poder ser de bendición para nuestros niños y así tener una nueva generación que camina en justicia para honra y gloria del Dios Todo poderoso.

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