Salmos 118:8 “Es mejor confiar en el Señor que confiar en el hombre”. DHH
Por: Pst. David Agustín Pérez Vera
Amados hermanos y amigos, hoy estamos frente a un salmo mesiánico, la característica de estos salmos es que relatan el nacimiento, la vida, la muerte, la resurrección, la gloria, el sacerdocio, la majestad y el regreso de Cristo. Es el himno cantado antes de que Cristo y sus discípulos salieran al monte de los Olivos. Ahora imaginémonos que nuestro Señor cantó este himno en aquella noche fatal. Algo más que debemos de tomar cuenta en este día, es que el texto bíblico es el centro de la Biblia, y lo más maravilloso, nos llama a confiar en Dios Jehová de los Ejércitos antes que en cualquier otro.
Cuando leemos este versículo, podemos corroborar el amor de Dios para con nosotros, como Él nos puede proteger si depositamos nuestra confianza en Él y no en nuestra familia, en nuestros conyugues, en nuestros hijos, nuestros amigos, o nuestros líderes espirituales. Al final del día, se puede comprender cómo protegernos de desilusiones y desencantos, sólo al poner la confianza integral en el Eterno Adonaí.
Ante esto, sólo el Eterno nos trae seguridad en medio de la inestabilidad de este mundo, convulsionado, en guerra, pervertido, inseguro, corrupto, etc. Tenemos que conocer más sobre el poder de Dios para confiar plenamente en Él. Confiar en el Eterno es un acto de fe, tal y como las personas depositan su fe en el empleo y en su condición social.
Fundamentar nuestra confianza en el Eterno, únicamente viene por conocerlo a través de su Hijo Jesucristo, que va a regir nuestra vida y nuestro carácter adquiriendo identidad en Dios por medio de Cristo. Está claro que sufriremos adversidades y tribulaciones en la vida, pero con Dios nuestra fe está fundamentada en la Roca que es Jesús.
En oración la tempestad pasa. Si has perdido algo, el Eterno es capaz de suplir para todos los que confían en él. Recordemos una vez más, nuestro Señor invocó este himno antes de ir a la cruz, por eso el texto nos invita a corroborar el amor de Dios, como Él puede protegernos si depositamos la confianza en Él y no en otras personas o bienes materiales, cómo dinero o posesiones. Tengamos presente que el Eterno es el único que no nos desilusiona o desencanta. Confiemos en Él y Él hará, Jesús le dijo a la hermana de Lázaro si tú crees veras la Gloria de Dios. Sigamos las pisadas de Jesús. Así que, ¿en quién está tu confianza? Shalom.