Salmos 27:11 “Enséñame, oh Jehová, tu camino, Y guíame por senda de rectitud”.
Por: Walter Encalada Pazmiño
El discípulo escudriña y obedece la Palabra de Verdad: Juan 8:31-32: “Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libre”.
El discípulo de Dios, da amor, ama a su prójimo, sin distinción ni selección: Juan 15:8 “En esto es glorificado mi Padre en que llevéis mucho fruto, seáis así mis discípulos”.Juan 13:35 “En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuvieran amor los unos con los otros”.
El discípulo sigue la orden de su Maestro, de hacer discípulos en todo lugar: Mateo 28:18-19 “Y Jesús se acercó y les hablo diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones”.
El discípulo pone a Cristo en primer lugar en su vida: Lucas 14:26-33 “Si alguno viene a mí, y no aborrece a padre y madre y mujer, e hijos, y hermanos y hermanas y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo y el que no lleva la cruz y viene en pos de mí no puede ser mi discípulo. Así pues, cualquiera de vosotros que no renuncie a todo lo que posee no puede ser mi discípulo”. Por tanto, el discípulo pone a Cristo en primer lugar en su vida y lo demás pasa a un segundo plano. Busca el reino de Dios y su justicia y espera que Dios se encargue de las añadiduras.
Es usted un discípulo que hace discípulos en el nombre de Jesús?.