Estamos Ubicados en:
Ximena 421 y Padre Solano,
info@pibguayaquil.com
Fono: +593 98 901 0216
Berajot
berajot@pibguayaquil.com
Fono: +593 98 901 0216

Salmos 51:10 “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, Y renueva un espíritu recto dentro de mí”.

Escrito Por: Ps. David Pérez Vera 

Hagámonos la siguiente pregunta ¿Sabemos que nuestro corazón es pecaminoso? Tal vez nunca se ha hecho esta pregunta, y si la hizo alguna vez en su vida, tal vez ya no se acuerda. Déjeme decirle que es fácil darse cuenta la condición de nuestro corazón y es a través de las cosas que nos gustan, nos atraen, por las que muchas veces nos desvivimos y simplemente su alcance es para satisfacer la carne en la que habitamos. Así que, nuestra solicitud básicamente en oración es: “Padre Celestial, tú que eres todopoderoso para crear de la nada, tú que pronunciaste la Palabra y todo existió, por favor, crea en mí un nuevo corazón, que sólo, sea para adorarte y alabarte por la eternidad”.

Este tipo de oración es el anhelo del corazón completamente arrepentido, contrito y humillado que, reconoce su condición delante del Soberano Dios. En tal sentido, su deseo no solamente es que Dios no le inculpe de pecado como dice el Salmos 32:2 Bienaventurado el hombre a quien Jehová no culpa de iniquidad, Y en cuyo espíritu no hay engaño; sino adicionalmente dejar de pecar. Alejarnos lo más que podamos de esa plaga inmunda, aborrecer desde lo más hondo de nuestro ser, sentir arcadas por su sola mención. Al final del día, eso es lo que queremos cuando nos arrepentimos de todo corazón.

Así que, en este día, en el contexto de esta hermosa Palabra, se habla de borrar y se lo hace porque necesitamos que se quite toda mancha de nuestra vida. Para ello, la palabra para crear que nos refiere el versículo, es la misma que se usó en la creación registrada en Génesis, para una creación a partir de la nada. En otras palabras, encontramos con mucha claridad que no había nada, en el corazón del salmista David que Dios pudiera usar. David no estaba pidiendo una renovación o una reforma, más bien él estaba pidiendo algo nuevo. Y lo que el salmista está pidiendo aquí es un trasplante de corazón, lo cual es maravilloso, porque se lo está pidiendo al autor y creador del hombre. Y eso de crear quiere decir, crear de la nada; en otras palabras, quiere decir, que no hay nada en nosotros que Dios pueda utilizar. Dios no quiere este corazón impuro porque Él quiere darnos un nuevo corazón. Que extraordinaria noticia para cada uno de nosotros como hijos del Eterno. Como dijo el apóstol Pablo en Efesios 2:10Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas”. Finalmente tengamos presente “Si alguno está en Cristo, nueva criatura es”, por lo que, un corazón limpio y “un espíritu recto”, son posibles gracias al nuevo nacimiento en Cristo Jesús, Shalom.

Usamos cookies para una mejor experiencia de usuario.