Santiago 1:17 “Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación”.
Por: David Agustín Pérez Vera
Hoy es un buen día que el Eterno nos ha dado, para que, con corazones agradecidos reconozcamos que sólo de Él proviene todo lo que necesitamos, para nuestro peregrinar en esta tierra, considerando que uno de los atributos del Eterno es su “Inmutabilidad”, es decir que Él no cambia, y en ese sentido Él es Fiel, a lo que ha prometido, es decir no hay probabilidad de encontrar una sombra de variación en nuestro Padre Celestial.
Para una mayor aplicación a nuestras vidas, de acuerdo a lo mencionado, quiero compartir la siguiente anécdota: “Se cuenta que cuando Alejandro Magno había conquistado al mundo y regresó a Grecia, fue a visitar a su antiguo maestro Aristóteles para contarle todo lo que había ocurrido. Cuando entró en la casa del maestro, Aristóteles en ese momento estaba tomando un baño, Alejandro Magno se quedó en la entrada y le contó todo lo que había sucedido. Y después le dijo: “Ahora estoy preparado para darte cualquier cosa que quieras en este mundo ¿Qué es lo que quieres?” Aristóteles levantó su vista y dijo: “Quiero que salgas de mi luz”. Es que Alejandro Magno estaba de pie en la puerta, tapando la luz del día”. Y eso es todo lo que cualquiera de nosotros hace, solo proyectamos una sombra, que en un momento está y en otro desaparece.
No hay en absoluto ninguna sombra en el Eterno, por tanto, podemos confiar en Dios porque Él no varía, Dios ¡¡¡Nunca!!! cambia, Él no es como muchos cristianos en la actualidad, en su estado espiritual o en su estado de ánimo, voluble o variante. Feliz hoy y triste mañana. En ese sentido, es prominente entender que “Todo buen regalo y todo don perfecto desciende de lo alto”, es decir que todo lo bueno e invariable, viene sólo de parte del Eterno ¡¡¡Gloria a Dios!!!. Amados hermanos y amigos, demos gracias en este día al Dios Inmutable, en quien no hay sombra de variación, por el aire que respiramos, por nuestra amada familia, por todas las cosas buenas que nos da y de las cosas malas que nos libra, en la autoridad de Jesús, Shalom.