Santiago 1:22  “Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos”.

Por: Ericka Herrera de Avendaño

Ser hacedores de la palabra es fundamental para una iglesia que persevera anclada en la fe. El Apóstol Santiago nos exhorta a no ser solamente oidores de la palabra, sino a ponerla en práctica. Somos desafiados a vivir nuestra fe de manera activa y tangible, obedeciendo los mandamientos y estatutos de nuestro Dios, reflejando así su carácter.  

Escuchar la Palabra de Dios es fundamental, pero no es suficiente. La verdadera transformación ocurre cuando aplicamos lo que aprendemos en nuestras vidas. Santiago nos advierte que, si solo escuchamos la Palabra de Dios y no la practicamos, nos engañamos a nosotros mismos. Es fácil caer en la trampa de creer que conocer las Escrituras es suficiente, pero la fe genuina se evidencia en nuestras acciones. Una iglesia anclada en la fe no solo habla de las verdades bíblicas, sino que las pone en práctica de manera consistente y auténtica.

Cuando somos hacedores de la Palabra, nuestro testimonio impacta a quienes nos rodean. Las personas pueden ver el amor de Cristo reflejado en nuestras vidas, a través de nuestras acciones. Nuestra obediencia con la Palabra de Dios, se convierte en un faro de luz, que guía a otros hacia la verdad del evangelio. Una iglesia que practica lo que predica es una iglesia que transforma su entorno y extiende el reino de Dios. La práctica constante de la Palabra de Dios, nos arraiga más profundamente en nuestra relación con Dios y nos capacita para vivir una vida plena y abundante en Cristo. 

Amada iglesia, no seamos solo oidores de la Palabra de Dios, sino hacedores fieles. Que nuestras acciones sean el resultado de una vida de obediencia a Dios. Perseveremos anclados en la fe, siendo un testimonio vivo de su amor y verdad, a un mundo que necesita de Dios.