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Santiago 1:5-6 “Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.  Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra”.

Por: Ps. David Agustín Pérez Vera

Por mucho tiempo hemos tenido la idea, al creer que las pruebas solo sirven para tener paciencia, pero la Palabra de Dios hoy nos brinda un enfoque, aún más amplio, respecto a las pruebas que pudiéramos estar enfrentando, a fin de ser bendecidos con Su propósito para nuestras vidas.  En tal sentido, las pruebas son temporadas que requieren la búsqueda de la sabiduría de Dios, por cuanto necesitamos de ella para enfrentarlas.  Es decir, para pasar el tiempo de prueba, hemos de tener el conocimiento, de cómo actuaria el Señor Jesucristo en nuestro lugar y, esto requiere de Su sabiduría. En las pruebas necesitamos sabiduría para combinarlas con el conocimiento. El conocimiento es información en bruto, pero la sabiduría es saber cómo usarla. ¡¡¡Gloria a Dios!!! 

Se ha manifestado que el conocimiento es la “habilidad para desarmar las cosas”, pero la sabiduría es la “habilidad para unir las cosas”, por eso debemos de pedirla al Eterno. Ahora, para recibir sabiduría, simplemente debemos de pedir al Dueño Divino quien da sabiduría generosa y abundantemente y sin despreciar nuestra petición, es decir, sin reproche. Es menester tomar en cuenta, que la expresión “Sin reproche”, el Eterno ha recalcado en Su Palabra, a fin de que nadie deba de temerle al acercarse a Él, por medio de Su Hijo Jesucristo, porque a través de Él, está dispuesto a añadir bendiciones sin ningún fin o limitación, conforme a su perfecta voluntad.  

Amados hermanos y amigos que bendición es poder conocer la generosidad de Dios, que Él nunca reprocha o esta resentido con nosotros cuando pedimos sabiduría, animémonos a pedirle a Él más seguido. Necesitamos comprender que Él es el Dios de la mano abierta, no el dios del puño cerrado. Cuando queremos sabiduría, el lugar para empezar y terminar es la Biblia. La verdadera sabiduría siempre será consistente, con la Palabra de Dios porque viene de lo Alto.

Pidamos en este día la sabiduría de Dios, para vivir de acuerdo a su voluntad perfecta, a fin de que vivamos en la plenitud de Jesucristo, para perseverar en nuestro diario caminar como hijos de Dios, Shalom.

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